Aquí os dejamos un artículo de Jesús Padilla, donde pone en evidencia la legalidad de la fábrica a lo largo de su historia en Córdoba.
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Se viene afirmando enfáticamente−y como excusa cansina−, especialmente cuando surgen la denuncia de la contaminación que ha generado o genera la fábrica de cemento en nuestra ciudad, que en esta cuestión la factoría no tiene responsabilidad alguna, pues cuando se construyó se edificó lejos de la ciudad, y que la responsabilidad la ha tenido el Ayuntamiento que ha permitido las construcciones de edificaciones en su entorno.
Deseos haceros una breve exposición sobre el origen de la cementera Asland de Córdoba en la que, sin parecer pretencioso, se demuestra que esta aseveración hay que someterla, al menos, a crítica o/y matizarla bastante.
De ahí que me haya inspirado, al titular este artículo, en el conocido y expresivo refrán castellano …….